La evolución de la situación epidemiológica ha situado a Cantabria en el nivel de alerta 3, lo cual obliga a extremar las precauciones y adaptar las medidas sanitarias vigentes hasta ahora con el fin de frenar la extensión de los contagios.
La evolución de la situación epidemiológica ha situado a Cantabria en el nivel de alerta 3, lo cual obliga a extremar las precauciones y adaptar las medidas sanitarias vigentes hasta ahora con el fin de frenar la extensión de los contagios.